Sintiesen yacer,
desaforadamente,
parte de sí,
dentro de una
vida.
No bastara
una vez
para
el recuerdo
de un
desastre.
Existencia
después
del poder desmoronarse,
...
¿ se puede saber
a quién engañaste ?
...
júbilo falso
de ánimas,
y vociferasen
que hasta sí
puedieran
separarse.
No existen más.
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3 comentarios:
Me gustan tus versos de aliento corto
la sensación de fluir en el sentimiento hasta el no existir.
Un abrazo
Thelma
A nadie podemos engañar...Aunque en el intento de mentirnos a nosotros mismos se frague la propia supervivencia.
Tremendo ese final, "no existen más". Es como un golpe con una piedra. Saludos cordiales.
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