Por instantes vienes a
rendir cuentas conmigo,
el pasado vence a todos
a destiempo.
Agradeces volver,
manifestarte,
arder,
a mí.
No puedo abordar
en silencio
este puesto
que me cubre.
No lo adoro, no lo quiero.
Árdeme, quémame,
ven,
que viva.
El calor de ahí fuera
no me sofoca
bastante,
el invierno y otoño en mi sueño
de soledad,
conmigo.
2 comentarios:
El calor puede calmar la soledad? Me temo que no. Que el calor, si no es el calor amado sólo acentúa más esa soledad. Es un alivio momentáneo, un reposo fast-food. Nada más.
Un buen texto. Felicidades.
Publicar un comentario