martes, julio 11, 2006

Fundes

Por instantes vienes a

rendir cuentas conmigo,

el pasado vence a todos

a destiempo.

Agradeces volver,

manifestarte,

arder,

a mí.

No puedo abordar

en silencio

este puesto

que me cubre.

No lo adoro, no lo quiero.

Árdeme, quémame,

ven,

que viva.

El calor de ahí fuera

no me sofoca

bastante,

el invierno y otoño en mi sueño

de soledad,

conmigo.

2 comentarios:

LOLA GRACIA dijo...

El calor puede calmar la soledad? Me temo que no. Que el calor, si no es el calor amado sólo acentúa más esa soledad. Es un alivio momentáneo, un reposo fast-food. Nada más.

Isabel Barceló Chico dijo...

Un buen texto. Felicidades.