No me gustan los recados
que no se pueden parar.
He estado un breve instante
inactivo,
sin la sensación de haber corrido,
pero la desidia puede
disolver el tiempo justo
que nos separa
de los acontecimientos.
Nunca me he fijado
en el devenir.
Entonces,
pero cuando he vuelto atrás,
de la situación,
he adquirido un breve concepto
de la sustancia que se pierde,
que se dice
y observa.
No me ha dejado más
que un camino.
1 comentario:
en el fondo no somos más que descaminos, no delacroix? somos promesas incumplidas, sueños asesinados y desidias que nos alejan de eso que creemos ser, nosotros mismos.
un saludo
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